Buenos días:
Hace unos días, mientras leía un «post» de @evacolladoduran sobre el paralelismo de cierto animal nocturno con la manera de actuar de ciertas personas; mi mente comenzó a hilar una cosa con otra. Lo que viene a ser una asociación de ideas…
La cuestión es que me inspiró para ilustrar un caso parecido: El del vampirismo psicológico.
El vampirismo psicológico o emocional es una patología que aparece, que está, que vemos pero que no identificamos muy a menudo. Son esas personas que nos ven como meros «objetos» para su interés final. Los sentidos de estas personas nos captan y nos ven como ese «objeto» necesario e indispensable para su propio interés; que nos «chupan» los esfuerzos, el trabajo, nos copian las ideas y se atreven a presentarlas como propias…
Todo esto llevado al mundo 2.0 se traduce en esa especie de mezcla de «búho» y de murciélago. Los primeros sólo miran. Los segundos miran, apuntan, copian y utilizan el trabajo de los demás para «avanzar» a costa de los demás.
Creo que deberíamos pensar en que, en el fondo, nos debería gustar que nos copien. Eso quiere decir que lo estamos haciendo bien y que, quizá, un día, cuando no consigan continuar se quedarán con sus caras de incredulidad e indignación…
Al final, como siempre, Wilde dio en el clavo con aquello de… Que hable de ti aunque sea mal; aunque añadiría que el cabreo no nos lo quita nadie.